13.7.09


Ciertamente, mientras uno contempla ese curioso rompecabezas de placer y dolor que es la vida, no puede llevar una máscara de cristal ni impedir que los gases tóxicos lleguen a su cerebro y le enturbien la imaginación con horribles fantasías y sueños confusos. Hay venenos tan sutiles que para conocer sus propiedades hay que probarlos. Hay enfermedades tan raras que uno tiene que padecerlas para comprenderla. Y, sin embargo, ¡qué gran recompensa se recibe! ¡Qué maravilloso se ve el mundo! Existe un raro placer en el descubrimiento de la rígida y extraña lógica de la pasión, de la vida emocional y colorista del intelecto; en observar en qué coinciden y en qué difieren, en qué punto van al unísono y en cuál no concuerdan. ¿Qué importa lo que cueste? El precio que debe pagarse por una sensación nunca es demasiado alto.

Retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.




~The Cheshire Cat~

2 setas:

Empty Zone dijo...

Nunca es demasiado alto.



Hace unas semanas leí Oscar Wilde, una pena que no leyera ese fragmento porque me hubiera dado un soplo de aire...Estaría bien que el azar te hiciera leer lo que necesitas en el momento que lo necesitas.


Yo ahora te necesito aquí. Right here, right now. Algún día me visitarás? Cuantos días te lo estaré pidiendo?



Un abrazo.